La procesión del 20 de enero en honor a San Sebastián Mártir es el corazón de la fiesta de Las Carantoñas, y cada año reúne a un impresionante número de participantes: se estima que desfilan al menos 65 Carantoñas y unas 300 regaoras. Esta masiva participación convierte el evento en una experiencia única en España.

Las Carantoñas son figuras ataviadas con pieles de animales y máscaras. Representan a las fieras que, según la leyenda, se acercaron al cuerpo de San Sebastián tras ser martirizado y, en lugar de devorarlo, lo acariciaron reconociendo su santidad. En la procesión, estas bestias desfilan en completo silencio delante de la imagen del santo como gesto de respeto.

Las regaoras, por su parte, son mujeres vestidas con mantones de colores que acompañan la procesión entonando cantos tradicionales y esparciendo confeti al paso del santo. Este contraste entre lo salvaje y lo devoto es uno de los elementos más impactantes de la celebración.

También forman parte del cortejo otros personajes como los tiraores, que disparan escopetas en salvas, el tamborilero, y la figura lúdica de la vaca-tora, que recorre la plazuela De la Iglesia provocando a los asistentes.

La fusión entre lo ritual y lo religioso hace que esta fiesta sea considerada una de las más singulares de toda Europa.